Leo en el blog de mis amigos Destructopia Dual la repulsa a la aprobación de la Directiva de la Vergüenza y leo con asombro que los socialistas han votado en blanco.
Sí señores, increíble pero cierto.
Una vez más el socialismo se ve vapuleado por aquellos que dicen representarlo, una vez más el socialismo se ve condenado a avergonzarse de los socialistas.
Era evidente, aunque me doliese en el alma, que la directiva iba a ser aprobada en el Parlamento. Los votos populares y liberales eran suficientes. Lo que no me esperaba era una abstención de un partido que dice defender a la izquierda. El voto en blanco socialista es una afrenta a sus votantes.
Los socialistas tenían que haber dicho un NO rotundo a una directiva que divide a las personas en seres humanos de primera y seres humanos de segunda, una directiva que vulnera la Carta de Derechos Humanos de Naciones Unidas, una directiva que castiga como crimen una falta administrativa, una directiva que a nadie debería habérsele pasado por la cabeza.
Es muy duro aceptar que la diferencia entre bueno y malo sea un papel, que un papel te otorgue derechos, cuando los derechos deberían ir innatos en las personas, un ser humano debería nacer con derechos desde el mismo día en que nace.
Y lo triste es que aquellos que se llenan la boca y el orgullo pregonando socialismo ni siquiera sepan que coño significa realmente esa palabra. Socialismo va unido a social, a derechos y por tanto a derechos sociales. ¿Quiénes somos los europeos para darles derechos o quitárselos a otros seres humanos?
¿Por qué en vez de criminalizar a los inmigrantes sin dicho papelito, no nos dedicamos a erradicar la inmigración desde el origen? Ayudas y más ayudas al desarrollo, adiós paternalismos y fuera nuestras empresas crueles y colonialistas de recursos que no nos pertenecen: esa es la solución.
Ayudemos a la formación, devolvámosles sus recursos, financiémoslos sin compromisos a cambio y se nos acabará la inmigración ilegal.
La única directiva valida contra la inmigración ilegal debería ser esa que potencie el desarrollo de los países del Tercer Mundo, la que luche desde la raíz para la finalización de un Tercer Mundo. Esa será la única que yo apoye.
Y lo digo en este post y os pongo como testigos, nunca en mi vida los socialistas tendrán mi voto para la Unión Europea.
Ese voto en blanco es tan criminal como un sí. A pesar de que fuera a salir aprobada por la mayoría de la derecha, un NO era la única respuestas de aquellos que consideran que todos los seres humanos somos iguales o por lo menos que debemos partir con igualdad de condiciones.
No puedo entender que otorguemos valor a cuestiones que no dependen de uno mismo: la raza, el lugar de nacimiento y el sexo son factores que no se eligen, por lo cual no deberían ser importantes a la hora de la valoración de las personas ni deberían otorgar o quitar derechos.
Este mundo cada día va peor. Muchos veían en Europa el punto medio, un punto medio que peligra, que cada día se inclina más hacia el lado oscuro. Entonces ¿Quién equilibrará el sistema?
Mi grito por la igualdad de oportunidades y en contra de la directiva de la vergüenza y de los socialistas de cartel ya no sirve para mucho, aunque por lo menos que en la blogosfera se extienda la indignación para permitirnos creer que aun existe la gente con principios, que no antepone su bienestar personal al bienestar de la humanidad. No sé si alguien nos estará oyendo….