Cada día me sorprende más la actuación del gobierno. Se supone que yo vote a un gobierno socialista, un gobierno que fomentase el gasto social, las políticas de libertad, tolerancia y respeto y que apostase por la redistribución de la riqueza.
Pero no sé si me equivoqué o me engañaron. La verdad es que no lo sé. Seguro que muchos votantes de Izquierda Unida me dirán que me equivoqué, que el PSOE hace mucho que dejó las políticas socialistas.
Pero no, el miedo al PP en el poder me llevó a confiar en un gobierno socialista que prometió mucho y, cuando parecía que cumplía, vino la crisis y se cagó de miedo.
Creo en la subida de impuestos como una forma de conseguir un estado de bienestar, que cuide a sus ciudadanos y oferte una educación y sanidad públicas de calidad.
Aunque esta subida de impuestos debe ser sobre los directos, sobre el IRPF, impuesto vinculado directamente sobre el redistribución de la riqueza. El que más gana, más paga.
Pero los indirectos son impuestos injustos. Las clases medias y bajas con poca capacidad de ahorro, dedican al consumo un porcentaje de sus ingresos mucho mayor que la clases altas y por tanto pagan un porcentaje mucho mayor de estos impuestos.
La subida del IVA a un 18% es una vergüenza para todo aquel que se denomine socialista ya que no hay nada menos socialista que aumentar la presión fiscal en un porcentaje mucho mayor a la clase obrera.
Dicen que es para equipararnos a Europa y parece un insulto. ¿Por qué no nos equiparamos en otros aspectos? Y ¿a qué Europa?
El gobierno de Zapatero está cometiendo un grave error. Esta sumido en una política de miedo. Teme tanto perder las elecciones por la crisis que quiere quedar bien con todo el mundo y sabemos que querer quedar bien con todo el mundo es quedar mal con todos.
Este intentar contentar a las clases altas, a las medias y a las bajas es lo que realmente le va a costar las elecciones. La derecha, los que las manejan, pocas veces cambian de voto, pero la clase media lo cambia constantemente.
La izquierda real, esa gran cantidad de trabajadores concienciados, que se movilizan, que están sindicados, son los que se desmoralizan, los que dejan de creer y de apoyar.
Son, somos, los que nos indignamos con medidas como está. Sí, a la subida de impuestos, No a la subida del IVA.