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Un mes después…

Hace un mes me desnudaba en mi blog comentando lo que estaba ocurriendo en mi interior tanto física como emocionalmente. Y después llegó el vacío. Me inundó la pereza mental y no había vuelto a escribir.

Dejé en el tintero mis opiniones sobre la victoria de Obama, visto como la esperanza del mundo, pero que a mi me parece que es el mismo perro con diferente collar. Ojalá me equivoque. Ojalá haga algo, aunque no sea por el mundo,  haga algo por los ciudadanos estadounidenses, por los millones de ciudadanos de Estados Unidos que carecen de cualquier tipo de cobertura social.

También mi pereza me hizo pasar de largo por las aventuras y desventuras de la «Espe». Esperanza Aguirre ha montado una tragicomedia con sus horrible experiencia en Bombay, y no voy a comentar nada de los calcetines dichosos y de los zapatitos de verano.

Y así, mil desventuras que han ocurrido en el mundo que se merecían mi esfuerzo. Porque uno no debe olvidar su compromiso y no tengo excusa por abandonar a mi conciencia a su suerte durante un mes.

Ahora, puede que este más tiempo con la conciencia en off. Me operan el viernes y no sé cuanto tiempo estaré sin pilas. Pero hoy quería volver un segundico.

Y ahora, que voy a estar en el hospital, voy a comenzar a leer un libro que quiero recomendar. Es «Espejos» de Eduardo Galeano.

Admiro y adoro a Eduardo Galeano. En mi adolescencia sus libros me ayudaron a ser quien soy a día de hoy, sobre todo dos: «Las venas abiertas de América Latina» y «El mundo al revés«. Este último es en él que me inspiré para el título de este blog.

«Espejos» hace un repaso histórico a las vergüenzas del ser humano. Un repaso a todo aquello que hicimos y consentimos. Pretende hacer la foto a todos aquellos que nunca salen en la foto. Educa, mientras entretiene, y por tanto, debería ser de lectura obligatoria.

Lo leeré en mis momentos de flaqueza para que no pueda apagar mi conciencia ni compadecerme de mi misma, algo que el ser humano suele hacer cuando no atraviesa sus mejores momentos.

Y me marcho con otra recomendación. Un amigo me ha enviado este video, un video que dice cosas que, en estos momentos de mi vida, son verdades como puños, y quiero colgarlo aquí para que llegue su filosofía un poquito más lejos. Cuidarnos a nosotros mismos, puede ser el principio para cuidar al mundo: el respeto por nosotros mismos puede llevarnos al respeto a los demás.

Hoy, un mes después de mi último post, me vuelvo a despedir. No os olvidéis de pasar por aquí de vez en cuando porque volveré, aunque sea ocasionalmente, para un día volver a ser la misma de siempre, aquella que llegó a tener una constancia casi diaria con vosotros, con el mundo y con su conciencia.

Muchas gracias a todos los que seguís entrando alguna vez y hasta la próxima…

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Al 100%

Ya estoy aqui y además con la satisfacción de quitarme un peso de encima y volver a tener el tiempo necesario para dedicarle a Al revés world todo lo que se merece, el tiempo que se merece mi alma, mi conciencia.

He aprobado el teórico de conducir. He estado poco más de un mes estudiando por libre. He estudiado por mi cuenta, con tests de internet, el libro de una colega y ahorrandome la pasta de la autoescuela. Ahora, para el práctico ya no me queda otra opción. Es obligatorio hacerlo con una autoescuela, pagar la matrícula que te pidan, que como mínimo son 200 euros, ahora por lo menos lo han rebajado, que durante un tiempo (sólo por la rabia de que te les hubieses saltado en la cadena) te cobraban como si te sacases también el teórico, vamos que casi, casi, te salía más o menos. Como mucho te ahorrabas 100, 200 euros.

Ahora todo ha mejorado, me imagino que es algo que les debemos también a los inmigrantes, que son los que han hecho, entre otras muchas más cosas, que se abaraten las costas del carné al prepararse por libre el teórico, ya que son ellos los que han hecho esta opción de sacarse el permiso de conducir más habitual.

Bueno, os iré relatando mis aventuras y desventuras al volante. Os contaré si he estampado el coche antes de arrancar, si consigo aparcar y cuando termino con esta asignatura pendiente que llevaba años persiguiendome.

Por mucho que corriese para huir de la obligación, siempre había alguien tirandome de las orejas en una esquina, recordándome que unos se saca el carné a los 18, no a los 26. Pero bueno, asi soy yo…

He hecho muchas cosas en estos años, y nunca era el momento adecuado para ponerme con el coche. Ahora ha llegado y ya soy como un común mortal más. Me faltan los niños (que no los descarto en tres o cuatro años), porque el perro ya lo tengo y seré una más, alguien normal, algo que tanto luché por no ser. C’est la vie.

Espero que aunque sea mi alma, sea diferente, que sea capaz de llevar un rumbo fijo en mi vida pero hacerlo alternativo, que este blog sea una forma más de no tirarme en el sofa para ver la porquería que normalmente ponen en la tele, de saber que se puede ser especial y hacer cosas diferentes aunque sigas la corriente social. No quiero negarme ha ser un ser social pero que es totalmente crítico con la sociedad en la que vive, de la que vive y por la que vive.

Después de todo, de mi pequeña protesta por algo que, ahora sí, me ha hecho tan feliz, todo se resume en que mi moral peso cinco kilos menos y que en un par de meses seré un peligro al volante (ahora lo soy, pero voy andando).

Vuelvo, al 100%, y dando caña. Veremos cual es la próxima espinita del mundo de la que charlo aqui, en mi conciencia escrita.

1º de mayo, ¿reivindicativo?

Hoy es primero de mayo, día del trabajador, pero para la mayoría de los españoles hoy es un día de fiesta, sin más. A pocos les importa, en España, en Europa, en el mundo.

En Estados Unidos ni se celebra siendo que medio mundo reivindica en ese día por homenaje a los Mártires de Chicago, sindicalistas anarquistas, que fueron ajusticiados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket en Chicago.

El 1º mayo es la reivindicación de las ochos horas diarias de trabajo, la huelga y las mejoras sociales para los trabajadores ¿pero alguien lo recuerda? Los sindicatos españoles siguen convocando manifestaciones, quieren mantener el espírtu reivindicativo del trabajador, pero los trabajadores españoles están dormidos.

Creen que lo han conseguido todo, y, en parte, es verdad. Creen que tienen una buena vida y que las huelgas y manifestaciones solo pueden traerles problemas. Recordemos el post del martes, la mayor preocupación del ciudadano medio occidental es no tener que apretarse el cinturón.

¿Pero quien se queja por los miles de trabajadores de los países no occidentales? Sí, aquellos que trabajan doce horas, aquellos que no tienen edad mínima para entrar en el mercado laboral, aquellos que no tienen vacaciones y que sus sueldos no les alcanzan ni para comer. ¿y quien reinvindica por aquellos trabajadores que ni siquieran tienen acceso al trabajo? y ¿por aquellos que trabajan en el campo todo el día y no tienen que comer?

Nadie, triste, pero nadie relevante. Un porcentaje mínimo de gente los tenemos diariamente en la cabeza y escribimos, no para que el 1º de mayo sea reivindicativo sino para que todos los días lo sean. Cualquier día es bueno para reclamar derechos para los sin derechos, para reivindicar que el maravilloso «sistema del bienestar» keinesiano llegue a todos los rincones del planeta aunque respetando culturas y costumbres propias.

Hoy, aqui sentada en un banco al sol, en medio de mi puente (yo tampoco me manifiesto hoy), en un pueblo pequeño de esta España de todos que trabajamos y la levantamos, hayamos nacido donde hayamos nacido , escribo para gritar, como todos los días que pueda, las injusticias que perciben mis ojos.

Esta vida que vivimos pasivos nos ha hecho olvidar que cada día, en cada rincón del planeta hay algo por lo que luchar. En España, también. Sí, sólo hay que leer los periódicos, en todas las secciones. Miles de trabajadores trabajan en la ilegalidad, con empresarios que no pagan su seguridad social y que son marginados por el sistema. También, otros miles, sobre todo inmigrantes, trabajan en nuestros bares, restaurantes y demás establecimientos de servicios, mucho más de las ocho horas que tanto costó conseguir, diez, doce, pero no son horas extras, son obligatorias y entran en sus sueldos que no llegan a mileuristas. Luego están las mujeres, condenadas al paro muchas de ellas, y otras con sueldos inferiores a sus compañeros, preocupadas por si tener o no hijos (con lo que eso conlleva para el avance de España y del planeta), pensando si serán despedidas cuando estén embarazadas, con miedo de señalar, si son jóvenes, si están casadas, punto negativo para muchos empresarios por las responsabilidades que eso supone, miles de mujeres capacitadas relegadas detrás de hombres con menos capacidades, sólo por ser mujeres.

La lista de los miles de trabajadores que aún tienen porque luchar es grande. El ser humano siempre tiene el espíritu de mejora continúa, o ¿no?

¿que nos está pasando a los ciudadanos privilegiados del mundo? ¿quien nos ha puesto una venda en los ojos y en la boca? ¿tal vez nosotros mismos?

Hay tantas cosas por las que merece la pena luchar. Pero no sólo hoy, sino todos los días. Puedo entender que a la gente les cueste pensar en global, hemos perdido gran parte del sentimiento de solidaridad. Vemos los telediarios y muchas imágenes nos resultan molestas y cambiamos de canal, la desgracia ajena se nos ha hecho tan cotidiana que no nos preocupa, y nadie siente vergüenza por ello.

Pero , lo que me cuesta de verdad comprender, ¿cómo no somos capaces de mostrar empatía por nuestro vecino? ¿cómo no salimos a la calle por lo que sufrimos en nuestra propias carnes? Alguien nos ha sustituido la sangre por horchata, nada nos pone los pelos de punta. Ah! sí, la subida de la hipoteca.

Que el 1º de mayo, no sea un puente más, que no sea un fin de semana largo para irse a la playa!! Espero que hoy en un banco o en una hamaca alguien se acuerde que es un trabajador, que hay miles como él en el mundo que se merecen que nos levantemos en su nombre, que nos sacrifiquemos como lo hicieron tantos antes. Que el día de hoy signifique algo, que los trabajdores europeos piensen, aunque sea un segundo, en el resto y que hagan algo, hoy, mañana, pasado. Yo, también, por supuesto.

Si esto es una crisis, ¿qué es lo que sufrieron las 20.000 personas que murieron ayer de extrema pobreza?

Es curioso este mundo, muy cruel pero curioso. El mundo occidental lleva meses lloriquenado por una supuesta crisis económica que parece conllevar el fin del mundo conocido. Y yo, me rio. Ahora, a esos, muchos de los que me leéis, que no llegais a pagar la hipoteca me estareis maldiciendo pero voy a seguir riendome. ¿De verdad que merece la pena tanto revuelo por tener que esforzarse un poquito más, gastar menos, no irse de vacaciones puede que este año y al que viene? Occidente no se plantea que afortunada es. Sus ciudadanos llaman crisis a apretarse el cinturón, mientras que en el resto del mundo cada día mueren 20.000 personas de pobreza extrema.

¡Que ironía! Mientras esta «crisis» llena hojas y hojas en los periódicos, que tanta gente muera diariamente por hambre, puro hambre, no es noticia. Por ahí, en este loco medio que es Internet, he leido comentarios de gente «pero si no es noticia, si es algo cotidiano» y lo peor, quien lo dijo, seguro que esa noche durmió a pierna suelta.

Los medios, yo, periodista, quizá no debería decirlo, pero es verdad, dan verguenza, hasta asco. Tantos intereses económicos que corrompen el mundo y dan prioridad a miles de asuntos antes que al ser humano en su esencia. ¿como es posible que no nos conmueva la cifra? ¿Cómo es posible que mientras medio mundo sí vive en crisis permanente, la otra parte se compadezca de sí misma y no tenga ojos para más allá?

Sufrimos lo que muchos llaman «recesión» por vivir al extremo de la especulación, de la vivienda, de la ropa e incluso de la comida. Vivir por encima de nuestras posibilidades se ha vuelto rutina y luego nos quejamos.

Todos somos responsables, es fácil echar la culpa a los bancos, a los gobiernos pero ¿no somos nosotros parte de ellos? ¿no utilizamos a diario esos bancos?¿no hemos elegido a nuestros gobiernos? ¿no compramos a esas multinacionales explotadoras? No propongo una huelga masiva de nuestro estilo de vida, no sé si eso serviría ya de algo. Sólo propongo que dejemos atrás el cinismo. Que removamos nuestras conciencias y presionemos a los medios para conseguir que ellos lo hagan.

Desearía no tener que ver noticias como que la crisis llega a las grandes fortunas de este país. Vamos, ya era hora. Lo que no tenía que haber tales fortunas mientras haya gente que viva con menos de un euro al día. Leo en los periódicos que hay «afortunados» que han perdido en esta supuesta crisis 10.000 millones de euros. Pero ¿cómo es posible? No me refiero a que los pierdan, si no a que cómo es posible que toda esa gente con tantos millones que perder el 1% del PIB de nuestro país no les suponga nada, no se hayan unido para parar con sus migajas las muertes diarias.

La antitesis del sistema está tan olvidada. Nadie llora por esos muertos. Esos que se quedan sin su materia prima básica (ahora el nuevo juego de los ricos y las empresas es especular con el arroz, menudo monopoli trágico es el planeta Tierra) y nadie les escucha (muy pocos), esos que son la mayoría de la población de este mundo.

Por favor, que alguien me diga que por culpa de esta crisis, no tiene que comer. Seguro, que en España, los que más se quejan tienen un plato de comida tres veces al días, seguro que se toman el café o la cerveza en el bar, seguro que se van de vacaciones aunque sea de camping, seguro que van justos porque el primer mundo tiene costumbres caprichosas.

Aspirar a tener cosas es una necesidad humana pero suplico, desde mis post de hoy , que pensemos antes de llorar, antes de creer que el mundo llega a su fin. Por favor, que los medios no os metan en la corriente turbulenta de la crisis. Que sí hay crisis, que sí debemos actuar, pero no en el lado del mundo que creemos. Que hay mucho trabajo por hacer, que hay que quejarse pero de lo que hay que quejarse. Que 20.000 muertos diarios por la pobreza extrema no nos vuelvan a ser indiferentes.

Tenemos que recuperar el latido de nuestro corazón y que la sangre nos vuelva a correr por las venas. No sirve que la ONU de avisos, seamos conscientes cada día y luchemos como podamos, que solo hay que querer. Y si al final, no cambiamos nada y la hambruna sigue recorriendo el mundo, por lo menos que seamos conscientes, que como ciudadanos privilegiados nos cueste por lo menos dormir.