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Pildora poscoital sin receta

Antes de irme a dormir, quiero levantar un poquito de polémica porque hablar de la píldora poscoital sin receta supone que muchos me tiren de los pelos.

El lunes, las farmacias comenzarán a vender dicha píldora sin receta y ya muchos farmacéuticos han hablado de objeción de conciencia

Yo soy una de las pocas personas que está a favor de su venta de tal forma.

Creo que hay que dejarse de hipocresías y ser realistas. Los jóvenes que no tienen cuidado al tener relaciones sexuales no van a cambiar y los que deciden usar la cabeza tampoco. Y hay que permitir que todos ellos tengan el mismo acceso a dicha píldora ya que la situación actual era surrealista. En muchos lugares de España era imposible conseguir una receta.

La alarma viene porque muchos creen que el no necesitar receta va a provocar un efecto locura y que ahora todos nos vamos a poner a practicar sexo sin condón y sin medida.

Y como mujer esto ya me cansa, me humilla, me duele. La sociedad sigue sin avanzar y, en parte, por culpa de las mujeres, a muchas he oído criticar la medida.

Al final, lo que la sociedad debe querer es que los jóvenes sean responsables, sí, pero sobre todo, que no haya tanto embarazo en adolescentes ni tanto aborto.

Y si para conseguir eso hay que vender pastillas poscoitales sin receta, me parece estupendo.

Y si eso provoca que algunos decidan dejar en manos de las enfermedades de transmisión sexual sus relaciones, que lo dudo, pues lo asumo, pero por lo menos sólo ellos tendrán que aceptar las consecuencias de sus actos.

Estoy cansada de tanta moralina barata, cuando lo que realmente importa es educar en la sensatez y evitar futuros niños no deseados o estar en las listas de países con mayor número de abortos.

Además, después de haber probado en mi vida, varias veces, dichas píldoras (y no cuando era adolescente) por la rotura del preservativo (no olvidemos que es una simple goma de látex), dudo que haya muchas mujeres que decidan tomarla por gusto, cuando los efectos son 48 horas bastante tortuosas, para poder «echarse un polvete» sin protección.

Por una vez, y que no sirva de precedente, apoyo al Gobierno y creo que debería obligarse a todos los farmacéuticos a venderla, sin excepciones, ya que hay cuestiones en las que no debe valer la objeción de conciencia.

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El aborto, un derecho por llegar

La ministra de igualdad, después de seis meses apareciendo en las fotos, parece que por fín ha decidido hacer algo que le de nombre. Se ha metido en un tema fangoso pero que muchos españoles, sobre todo españolas, creemos que es indispensable.

Sé que este artículo va herir susceptibilidades, sobre todos aquellas que consideran que una celula es un ser humano. Pero, como tengo costumbre, no voy a tener pelos en la lengua.

Creo que ha llegado la hora de que las españolas tengamos el derecho a decidir sobre nuestra maternidad. Ser madre no es echarte un polvete, quedarte embarazada, dar a luz y ya. Ser madre engendra una enorme responasibilidad y una multiplicidad de consecuencias.

El aborto es una necesidad legislativa. Una mujer tiene que tener derecho a elegir si quiere tener o no un hijo. Aquellos que dicen «asume tu responsabilidad«, no son capaces de analizar que el debate va más allá de si has usado medios anticonceptivos o no.

La responsabilidad de ser madre es más que una apetencia. Tener un hijo sin quererlo puede suponer que haya un ser humano más en el mundo insatisfecho, un hijo de puta andante, un desgraciado. Es verdad que no serán todos los que nazcan, pero mientras haya uno es necesario legislar.

Como mujer creo que me he ganado el derecho a tener las mismas oportunidades y los mismos derechos que un hombre ya que trabajo como ellos y pagos los mismos impuestos. Tener las mismas oportunidades y los mismos derechos supone tener sexo como y cuando quiero, no frenar mi carrera profesional por una característica genética, no cargar con más responsabilidades por pertenecer a un genero determinado.

Y eso supone tener la libertad de abortar. Me puedo quedar embarazada porque no uses anticonceptivos, porque fallaron los medios o simplemente porque lo buscaba y en todos esos casos tengo el mismo derecho a interrumpir el embarazo.

Nadie debe imponerme la maternidad, nadie. Creo que una sociedad debe legislarlo porque al final un embarazo es el surgimiento de un ser humano, pero legislarlo con determinadas cosas claras.

Lo que tenemos ahora es una ley hipócrita, una ley de mierda. Abortar ahora puede cualquier mujer que tenga 400 euros en su bolsillo aunque no entre en ninguno de los supuestos legales. Sí, aquella mujer que tenga la pasta que vale una clínica privada para que te encajen en uno dichos supuestos. Esto provoca una tragedia en la sociedad ya que genera una desigualdad tremenda entre las que tienen el dinero y las que no lo tienen.

Es hora de que esta hipocresía termine. Es hora de que el aborto sea un derecho real para todas las mujeres. Es hora de que las cosas se hagan sin vergüenzas y sin complejos. ¿Por que esconder una realidad que ya se da en nuestra sociedad? ¿por qué quitarle derechos al 50% de los ciudadanos? Acallar a la Iglesia, a los moralistas, a costa de los derechos de millones de personas es indigno.

Ningún Estado debería permitirlo y si  este gobierno cambia la ley será un milagro que aún está por ver. LLevamos muchas decepciones seguidas con Zapatero pero espero que esto no sea una forma de desviar el tema de la crisis económica.

El aborto debe legislarse a través de una ley de plazos que diferencie el paso  de una célula a un feto de ser humano. Durante los primeros meses es una célula y no hay más discusión. No quiero que entren mil moralistas a venderme o criticarme este concepto siendo que está aceptado en la mayoría de los países europeos avanzados.

El derecho de la mujer a decidir si quiere o no tener un hijo en estos primeros meses de gestación ha de ser un hecho. Todo el mundo ha de entender que un aborto siempre es un fracaso, una herida que se queda en el alma, y que no es fácil tomar esa decisión pero que debemos ser libres para ello.

El ser madre debe surgir de la plena consciencia ya que es asumir una gran responsabilidad. Ser madre debe ser un ejercicio consciente y deseado para que pueda suponer la máxima implicación posible ya que es de la única forma de ser una madre responsable y coherente. Un hijo no ha de ser ninguna carga y si se nos obliga a tenerlo lo es.

Espero que esta ley de plazos llegue a nuestro país cuanto antes y que el debate no se vaya más allá del plazo máximo permitido ya que sería muy triste volver a dilemas antiguos de si es moral o no, si abortar es matar y todas esas monsergas que tantos predican para tener a la mujer dominada bajo su sexo y sus características genéticas.

El aborto debe convertirse en una derecho para todas las mujeres por igual.