Ayer se reunieron Zapatero y Rajoy y la cosa suena preocupante. Para otros la paz que de allí salió es una bendición pero para mi suena a catástrofe.
El giro al centro de Rajoy no me lo creo, así de simple. La derecha es derecha y me da igual como la pinten. Puede que sean más o menos radicales, tengan más o menos “talante”, pero al final los principios liberales y conservadores están por debajo de unos y otros.
Entonces, si Rajoy es el mismo, aunque haya cambiado sus compañías, ¿Quién ha cambiado? O ¿Qué ha cambiado?
Ya he confesado a voz en grito que voté a Zapatero en 2004 y como estaba satisfecha con los resultados (siempre todo es mejorable), volví a hacerlo este año. Era un político que me gustaba…. Sé que muchos de vosotros, os estaréis tirando de los pelos. ¡Oh, no, el voto útil! Pero el mío no lo era, de verdad que creía en é, aunque odie a politicuchos como Bono, o Ibarra, a medio camino de nada aunque hayan ganado elecciones un sin fin de veces.
De verdad, a mi me gustaba Zapatero, su forma de hablar y defender las cosas, además de creer que era la única izquierda capaz de gobernar. Lo siento, pero aunque en muchas ideas coincido con IU, les veo un patio de colegio, niños malcriados que les hace falta madurar políticamente (siento a los que se ofendan) y creo que aunque yo soy la primera que antepongo el bienestar social frente al capital conviene llegar a acuerdos con los empresarios y grandes capitales del país ya que son parte fundamental del crecimiento.
A lo que iba, lo vote y me pareció sincero pero desde el 9 de marzo estoy confusa. Ya no es el que era o yo no lo veo del mismo modo. Ha metido patas profundas y la más importante: defendió la directiva de la vergüenza, fracasó en algo que a mí me parece vital en nuestro país, la reconciliación con la inmigración.
Esta reunión es una muestra más. Estar de acuerdo con Rajoy ya es un principio de fracaso. Yo lo vote porque no defendía nada que defendiese Rajoy. Creo que la forma de mirar la economía, la sociedad, el terrorismo debe ser opuesta a la de la derecha si quiere seguir ganando elecciones.
Por eso ha ganado las últimas veces, por ser una alternativa. Al PSOE no puede entrarle miedo del cambio de discurso de Rajoy, ya que es ficticio. No confían en los votantes (la verdad, es que tienen motivos de no hacerlo) pero lo fieles, somos fieles por un discurso y por unos hechos, si el discurso y los hechos cambian, cambiamos el voto o votamos en blanco o, lo peor, no votamos.
Que Rajoy diga que ha estado de acuerdo con Zapatero en acercarse al centro, me da tanto miedo. Espero que Zapatero nunca haya hecho tal afirmación, aunque sus hechos me lo demuestran.
Tantas cosas están cambiando. Debe de ser la crisis, el miedo a perder la confianza le está llevando al presidente por un camino equivocado. Mi madre siempre dice que cuando el dinero desaparece, el amor salta por la ventana. Por lo que veo, en política sucede lo mismo.
En momentos duros para la economía, el discurso y los hechos se cambian para adaptarse a la inteligencia colectiva (que aunque me pese no es mucha) para no crear más descontentos. Se ve que la política antiterrorista puede crear discusiones, la cambio y tengo contento al populacho (aunque sea un error cambiar el discurso de los últimos 4 años, para mi, claro), que hay que cambiar las leyes de inmigración para que cuatro simples no crean que los inmigrantes les van a quitar el trabajo, la cambio y me sumo a la infamia de otros tantos países europeos.
De verdad, a mi la paz entre esta derecha y esta izquierda me provoca pavor, miedo. Creo que puede irse a la basura todo lo conseguido. La derecha ha cambiado su discurso pero no sus hechos, siempre ocurre, por lo que para llegar a esta triste reconciliación la izquierda ha sido la que ha tenido que ceder (como siempre) en los hechos, aunque no cambie el discurso.
Habrá menos broncas en el Congreso pero habrá una peor gestión política. Adiós a las promesas de Zapatero, esas que en 2004 me creí y cumplió pero que en 2008 ya empiezan a caer. En 2004, dijo “el poder no me va a cambiar”, a finales de julio de 2008 eso parece un espejismo de un político que se perdió en el camino.
Bueno Ainhoa, tenerle tirria a la derecha española es algo lógico, teniendo en cuenta las circusntancias. Pero sin embargo me resisto a pensar que un consenso, sea de la materia que sea, pueda ser negativo.
Jo Yuri, que positivo estas. Pues yo temo algunos consensos, porque se dice que son tales pero sólo un lado ha dado pasos, el otro no ha movido un ápice o minimamente.
Eso pasó en la transición española, que fue de todo menos modelica. Cedieron en bien poco, nos legalizaron el partido comunista para que callásemos todo lo demás.
Ya te digo, los consensos si, pero cuando son eso tu cedes, yo cedo, pero ¿cuando pasa eso?
Aunque bueno, es que últimamente estoy algo negativa con la politica española, perdoname.
Un beso, Yuri
Creo que muchos de nosotros demostramos cierto…descontento con la política española. A ver si se nos arregla. ¡Un beso!
Hola!
Cuanto hace que no paso por aquí! La última vez hablábamos de la ciudadanía de los inmigrantes y de las algas como fuente de energía limpia, recordais?
Bueno, debo decir que mis ideas políticas son radicalmente distintas a las de ainoa, pero como aquí, afortunadamente se puede hablar de ello de forma razonable voy a hacer alguna preguntilla…
Mas alla de la desastrosa gestión de la economía y el empleo que se esta haciendo… que os parece la idea de eliminar los contratos de trabajo en origen para los inmigrantes? No os parece una hipocresía tremenda enarbolar un dia la bandera de la tolerancia, el voto de los inmigrantes y la conferencia de civilizaciones para luego realizar una expulsión encubierta de extrangeros dificultando su acceso al mercado laboral? Despues de esto y de la directiva de la vergüenza, se puede ser mas hipócrita en materia de inmigración?
Creeis que aun siendo una medida, en mi opinión, rastrera, podría ser eficaz y que la campaña de la fresa, por poner un ejemplo, se llene con parados andaluces?
Ahí os las dejo… 🙂
Me parece una actuación con doble rasero, amén de rastrera. Eso por un lado, ya que la hipocresía es algo endémico en la casta política de nuestro país.
Por otro lado no creo que la campaña de la fresa se llene de parados de otros lugares de España. Es decir, se notará un incremento, ya se ha notado en la vendimia, pero no creo que ese incremento cope el hueco que dejan los contratados en origen.
Me uno a la opinión de Julio. Creo que es terrrible que Zapatero haya tomado este rumbo. Hoy poco queda de lo que me llevó a votarle.
Pero sobre si la medida es eficaz o no, creo que no. Ese hueco ha sido ocupado por inmigrantes por necesidad y no porque seamos asi de majetes. La recogida de la fresa es un trabajo que no quieren hacer los andaluces en general (habrá excepciones, evidentemente) y por mucho paro que haya dudo que los que trabajaban en el sector de la construcción se pasen mayoritariamente a la fresa. El incremento es normal, siempre hay gente dispuesta a trabajar antes que estar parada, pero no es mayoritario.
Me alegro que hayan reculado un poco, pero bueno, ya veremso que pasa y cuanta fresa se recoge.
A tí, Blogmaster, me alegra vlverte a ver por aqui. Independientemente de tus ideas y de las mias, lo importante es el dialogo inteligente, y de momento se mantiene.
Un saludo a los dod