Como lo prometido es deuda y además el tema es justo, hoy, desde aqui, mi reivindicación, mi protesta porque nuestro gobierno, nuestros intelectuales, el pueblo en sí, se ha olvidado de uno de nuestros héroes: Juan Ramón Jiménez.
Fue ilustre por muchísimas cosas, por sus poemas, su literatura… Ha sido uno de los pocos españoles con un premio Nobel en las manos.
¿Cómo es posible que no haya habido un sentido homenaje el 29 de mayo, 50 aniversario de su muerte? Uno de nuestros ilustres literatos, premio Nobel de Literatura, ha quedado tristemente en el olvido. ¿qué dice de nosotros como pueblo? Cualquier país se vuelca en sus personajes ilustres, históricos, pero no…
Parece ser que nos importan más las noticias sobre personajillos como Ana Obregón, Belen Esteban o Cayetano Martínez de Irujo que los personajes que han hecho avanzar a nuestro país, que nos colocarón en una posición prestigiosa en alguna de las artes o ciencias frente a otros países. Nadie se fija ya en aquellos que elevaron las letras al más alto nivel mundial.
Pero no homenajear a Juan Ramón Jiménez, ya no sólo no es no homenajear al Premio Nobel de 1956, es no homenajear a un de los tantos y tantos héroes de la II República y la Guerra Civil Española.
Al estallar la guerra se mantuvo fiel al bando repúblicano y mantuvo hasta su exilio una increible labor humanitaria con su mujer. Se encargarón de la recogida de huerfanos y al verse obligados a huir dejarón todos sus ahorros para el mantenimiento de dichos huerfanos.
Ni dicha importante labor, ni la culpabilidad de sentirnos en parte responsables de su exilio en Estados Unidos, Cuba y desde 1950 en Puerto Rico, hasta el día de su muerte hace 50 años, nos ha hecho plantearnos que le debemos algo, en su país, en su tierra, sólo para reconocerle lo que hizo por la literatura, por la humanidad, por darnos una gloria más a este país para seguir creyendo que en esta península nace un genio entre diez millones, o uno cada 40 o 50 años.
No sé si ha sido el exilio, sus ideas o nuestra dejadez como pueblo lo que nos han llevado a olvidarle pero independientemente del motivo, no tenemos excusa y es una muestra más de que estamos condenados al catetismo, a la ignorancia, al patetismo…
Desde aquí mi condena al gobierno, a los medios, a la élite cultural de nuestro país, a nosotros mismos como sociedad. No tenemos perdón por olvidar a un genio, a un premio Nobel, a un buen hombre, a una buena persona.
¿De verdad no creeís que es fundamental la memoría histórica para crecer como personas, como sociedad y como país?
Gracias, sinceramente, mis más humildes gracias. Como ya te dije, es uno de los literatos que más me ha subyugado junto con Lorca o Machado. Una vergüenza institucional y social la que sufrió España la pasada semana con la condena al ostracismo que dedicó a este insigne autor.
Estoy totalmente de acuerdo. Buena reflexión.
Igual que muchos, muchísimos. Mirad a Nicolás Fernández de Moratín, que fue pisoteado simplemente por ser crítico con Carlos IV, la Iglesia y otra gente de diversa índole. ¿Quién se acuerda de «El sí de las Niñas»? La condena al ostracismo es de las más antiguas, y el delito es: No comulgas?? No te reconocemos.
Excelente post, Ainoha. Besos.
Completamente de acuerdo.
Aquí en México, pasa algo parecido, se glorifican y se levantan monumentos en nombres de personajes que la historia distorsionada educativa ha reivindicado y hecho grandes para fomentarnos un amor al país y a lo que creemos nuestro hasta cierto punto lastimoso y absolutamente patético.
Se le presta más atención a los que tomaron armas y mataron a nuestros enemigos, si, pero que eran personas. Se les presta más atención a los asesinos que a los genios.
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